¡3 DÍAS Y 2 NOCHES EN SU ISLA!
Día 1
Acogida por nuestro corresponsal en Puerto Asese. Traslado en nuestro barco Carolina hacia la isla El Roble. Bienvenida a la isla por el intendente, Francisco. Instalación en su écolodge 3*.
Visita a las isletas de Granada, en el gran lago de Nicaragua (o lago Cocibolca) y sus 400 islas. Por la noche para disfrutar de bonitas luces en el lago o el día 2 por la mañana.
Cena y noche en El Roble.
Día 2
Desayuno preparado por Arlen. Mañana tranquila en la isla con la posibilidad de bañarse en la piscina, practicar canoa, y ocio en las hamacas…
Almuerzo en la isla.
Opción para la tarde:
- Otra visita guiada por el lago en barco: descubrimiento de la escuela de las islas, de una playa al pie del Mombacho, de la isla Zapatera, de diferentes “barrios” del lago…
- O incluso expedición de pesca, con caña o tipo halcón con Francisco.
Cena y noche en El Roble.
Día 3
Desayuno.
Mañana libre: piscina, canoas, hamacas…
Traslado hacia el Puerto Asese en barco a última hora de la mañana.
Contáctenos
Condiciones
- Ustedes serán los unicos anfitriones, asistidos por Francisco el intendente y capitán del barco, y Arlen, la cocinera y encargada de la limpieza; para una estancia de ¡reposo, descubrimiento y actividades!
Tarifas
- € 460, o € 115 por persona, para un grupo de 4 personas.
- O por ejemplo: ¡€ 92 por persona, si son 8!
Ideas
- Este paquete es ideal al inicio de su estancia en Nicaragua, después de un paso por Granada (está muy cerca) o igual al final de su estadía, para culminar en cabotaje, en comunión con la Naturaleza.
- La isla y la casa le ofrecen toda la libertad en cuanto a fórmulas propuestas: media pensión, pensión total, alquiler simple, ocio por la tarde...
Testimonios
Tuvimos una estancia simplemente inolvidable.
Primeramente, nos recibió un personal amable, serio, dinámico que toma en cuenta nuestros deseos y por ello realmente personaliza nuestra experiencia.
El trayecto en barco nos permite desde ya contemplar un paisaje sublime e impresionante. En lo personal, disfruté de la riqueza de la faune (garzas, cormoranes, golondrinas, águilas pescadoras...) y de la flora (numerosas especies de árboles y coloridas flores).
Llegados a buen puerto, descubrimos una cálida isla, calma, muy bien cuidada. Durante la noche pudimos disfrutar en la terraza los deliciosos platos locales preparados por el personal.
Tuvimos la impresión de estar fuera del mundo que nos rodea, como fuera de la realidad. El cambio total de ambiente ahí se vive en verdad! Th.
